Carta Abierta a las Grandes Organizaciones Ecologistas,
al resto de movimientos climáticos y ecosociales, y a científic*s divulgador*s y medios, y resto de actor*s socio-políticos,
exigiendo que se dejen de silenciar las principales respuestas a las crisis climática y ecológica:
1º la transición a dietas basadas en plantas, y 2º el decrecimiento profundo.
La “humanidad” y el total de lo viviente en la Tierra, se halla ante la mayor crisis y encrucijada de la historia, la climática y ecológica, que plantea un posible colapso ecosocial y una amenaza de extinción en este siglo a tenor de numerosos informes institucionales, en un escenario de aceleración galopante de procesos más allá de todo lo esperado, donde ya hemos superado en 2024 los 1,5º de media de aumento de temperaturas propuestos como límite en este siglo, vamos camino de superar los 3 o incluso 6 grados, un escenario de extinción ante el que el total de gobiernos del mundo, los de izquierdas incluidos, miran para otro lado, con medidas en el mejor de los casos cosméticas y en el peor de los casos fanáticamente contrarias a todo cuanto podría aminorar la ya inevitable catástrofe climática que viene: aumento de productos alimentarios de origen animal, de combustibles fósiles, extractivismo y sobreconsumo extremo, o sea de todo lo que nos lleva al abismo inminente. En palabras de Antonio Guterres, secretario de Naciones Unidas, tenemos “el pie en el acelerador en la autopista al infierno climático” y la extinción.
Ante esta situación tenemos, por un lado un auge del negacionismo climático puro y duro, y por otro unos colectivos ecologistas, climáticos y ecosociales que silencian los problemas y medidas primordiales, lo que podemos llamar un “negacionismo ecologista” que es aun más peligroso porque impide que la sociedad conozca el problema y las soluciones, y coopta el espacio de una verdadera revolución y cambio.
Se silencia que las medidas primordiales para responder a la crisis son, en primer lugar, la transición a dietas basadas en plantas y en segundo, el decrecimiento profundo de todos los consumos, extractivismo, producción, transporte, urbanización y ocupación terrestre.
Así lo reconocen un centenar de informes institucionales y así lo reconocía recientemente uno de los más respetados científicos climáticos del mundo, Johan Rockström quien decía alto y claro en una entrevista con El Pais, que la transición a dietas basadas en plantas es la medida más urgente y va por delante de la transición energética y la economía circular. El propio IPCC reconoce la importancia máxima de ambas cuestiones, cambio de dietas y decrecimiento, como principales medidas ante el cambio climático, como se ve en la versión inicial filtrada del resumen del informe de 2021, que fue finalmente censurado por la influencia de los lobbies alimentarios y de combustibles fósiles. (Ver punto C4.4 en página 20 sobre dieta y puntos C4.2, 4.3 y 4.5 en página 20 sobre decrecimiento, donde se enfatiza que las opciones centradas en la demanda, o sea cambio de dieta y reducción de consumos, podrían reducir emisiones entre un 50 y un 80%, siendo las más potentes medidas.)
Esto es así porque, como afirman un centenar de informes del más alto nivel, la Industria Alimentaria de Explotación Animal es la primera causa de superación de límites planetarios, Cambio Climático, extinciones masivas, destrucción de bosques y océanos que regulan el clima terrestre y son la principal solución al cambio climático, así como de contaminación global, agotamiento del agua, problemas de salud y desigualdad humana, inseguridad alimentaria y abuso extremo de animales. Dicha industria consume el 80% de la agricultura mundial, más de un tercio de la superficie habitable, y es la principal fuente de deforestación, así como de la devastación más del 55% de los océanos, de los que solo está protegido un 0,5 a 3% y aun en las zonas protegidas de la propia UE, con muy pocas excepciones, se permite la actividad humana más destructiva: la pesca de arrastre. Según el propio ministerio de consumo la carne tiene 4 veces más impactos que la aviación comercial y la transición de dietas seria entre 4 y 40 veces más eficaz que la eficiencia energética y la economía circular.
El tipo de ganadería con más impactos en Cambio Climático y biodiversidad es la extensiva, como figura claramente en la literatura científica de consenso, pero que no obstante es sistemáticamente defendida por el grueso de movimientos ecologistas, que actúan al servicio del lobby ganadero y su desinformación científica. La industria alimentaria de explotación animal es la principal fuerza detrás de 5 de los 6 límites planetarios que actualmente superamos (de un total de 9): CC, biodiversidad, uso de la tierra, agua, nitrógeno y fósforo;el sexto, entidades novedosas, está vinculado a cientos de miles de sustancias químicas, la mayoría de ellas solo indirectamente vinculadas a combustibles fósiles, excepto el plástico, lo que apunta a la necesidad de decrecer mucho más allá de los combustibles fósiles per se.
La aberrante esclavitud animal tiene así el fin de sustentar un sistema alimentario biocida, ecocida y genocida, pues es también la principal fuente de problemas de salud y desigualdad humana. Los cerca de cien informes mencionados coinciden en que la dieta vegana sería la más beneficiosa, tanto para la crisis ecológica y climática, como para la salud humana, como, evidentemente, para los animales no humanos explotados y exterminados. El IPCC considera que la dieta vegana tiene tres veces más impacto que la mediterránea para reducir las emisiones de GEI y para frenar la crisis climática.
En relación con el “Cambio Climático” los movimientos ecologistas piden machaconamente un “fin de los combustibles fósiles”, pero nada se dice de lo que sería preciso hacer para acabar con ellos. Es inviable hacerlo con la transición energética, debido a sus bien conocidas limitaciones (gran parte de la industria y transporte de hoy no puede funcionar con ella) a su insostenibilidad de producción y reciclaje (dependiendo de materias raras y combustibles fósiles), a su grave impacto ambiental, a su lentitud y a su altísimo coste, siendo una medida muy parcial y ante todo un nuevo negocio y una estrategia de Greenwashing. La única forma efectiva de acabar con los combustibles fósiles es el mencionado decrecimiento profundo en todos los sectores de consumo, producción, extractivismo y desecho: urbanización y vivienda, transporte y manufactura (bienes del hogar, ropa, electrodomésticos, y nuevas tecnologías).
Dicho decrecimiento profundo no puede consistir en un par de parches cosméticos, como tener un coche eléctrico y energía renovable en casa, ha de ir asociado a un cambio sistémico profundo en las formas de vida dominantes e industrializadas, que hemos de iniciar las personas con privilegios en el norte global, aprendiendo de las numerosas comunidades indígenas de la tierra (cuyo papel esencial la ONU reconoce cada vez más), hacia una descolonización terrestre. En relación con ello tampoco es aceptable que se siga eludiendo el tabú de la superpoblación, que hemos de poner sobre la mesa desde perspectivas interseccionales radicalmente democráticas, antirracistas, anticoloniales, anticapacitistas, transfeministas y lgtbi-queer, desmontando el heteropatriarcado reproductivista.
Estas medidas las podemos poner en marcha las personas sin esperar al improbable hecho de que los gobiernos y empresas de la actual lobbycracia actúen. Pero es imposible la acción individual y colectiva si se silencia y se desconoce el meollo del problema y las soluciones. Igual que es inaceptable que estas cuestiones clave brillen por su ausencia en las demandas a los gobiernos y las denuncias contra las empresas y a las élites milmillonarias.
Son estas y no otras las cuestiones que deben figurar ALTO Y CLARO, en el epicentro de todo debate público y campaña, en todo el espectro de la lucha ecosocial.
Hace un tiempo más de 100 organizaciones ecologistas denunciaron que las cinco grandes nos han dejado solas en la lucha contra los polígonos industriales fotovoltaicos y eólicos que arrasan nuestro territorio, destruyendo el suelo. Hoy, urge denunciar aun con mayor fuerza, que dichas organizaciones justifican las actividades que más amenazan el futuro vivible, las más dañinas para la Tierra y todos sus habitantes.
En el Informe “Oculto a Primera Vista”, sobre el Lobby ganadero-alimentario en los movimientos ecosociales, se desgrana la gravedad y complejidad de este problema y de sus motivaciones, que tienen que ver tanto con la fatal alianza de dichos movimientos con el “campo”, que ha llevado al movimiento a defender la más tóxica de las industrias, la ganadería extensiva, como al miedo a tocar el tabú de la dieta para no perder afiliados y subvenciones, así como al supremacismo humano y especismo, y la falta de voluntad de activistas acomodados en países ricos a cuestionarse sus privilegios, actitudes que campan a sus anchas en casi todos los sectores de movimientos ecosociales, en los que urge una nueva interseccionalidad profunda que atraviese las luchas sociales, ecológicas y antiespecistas, manifestando que son inseparables. Además, si bien los ganaderos de extensiva han copado con su discurso al movimento ecologista, no puede decirse que haya reciprocidad pues el campo, salvo raras excepciones, suele rechazar cualquier ecologismo serio.
Exigimos al conjunto de grandes y pequeñas organizaciones ecologistas, climáticas, y sociales, así como a l*s divulgador*s científic*s, y medios de comunicación que abandonen este criminal negacionaismo y silenciamiento, y que dejen de ocultar o de hablar con la boca pequeña de estas cuestiones, que son las medidas clave ante la mayor crisis de la historia, y no pueden ser silenciadas ni un minuto más.
Exhortamos a la sociedad a movilizarse contra este silencio y a los movimientos y personas a adherirse a esta carta, con una llamada unitaria a la acción.
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Puedes enviar tu adhesión a esta carta, como persona u organzación, escribiendo a rebeldesindignadas@gmail.com
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Entidades firmantes:
Salvemos Mojácar y el Levante Almeriense
Asociacion Transdisciplinar Reverso
Youth Climate Save Valencia
Youth Climate Save España
Asociación Aranyani
Coordinadora Ecologista Almeriense
Asociación Ecologista Rakis
Stop Macrogranjas Huércal Overa
Ànec: Asociación Animalista Ecologista
Ecoloxistas Sarria
ASPAC
Liberta
Plataforma Salvemos Macenas
PlantBasedData & Nicholas Carter
(pendientes de añadir recientes adhesiones)