EL VIRUS, NUESTRO ALIADO:
MANIFIESTO DE LA COVID-19
de Jaime del Val – Reverso – METABODY
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Los virus siempre fueron, y siguen siendo, un aliado de la evolución , promoviendo mutaciones horizontales en las bacterias durante más de 4 mil millones de años y con ellas la biodiversidad: somos su descendencia. Por otro lado la disrupción de ecosistemas llevada a cabo por la acción humana está en la base del surgimiento de epidemias y pandemias ya a que los virus se liberan en busca de nuevos anfitriones.
En la situación actual de pandemia, cuarentenas y suspensión planetaria, se están cruzando umbrales sin precedentes de control social y confinamiento global, entrando quizás en una nueva economía irreversible de distanciamiento social. Pero esto llega en un momento en que la humanidad ya estaba cambiando hacia un modelo algorítmico de gobernanza, un modelo de “sociedad Facebook” de cuerpos cada vez más inmóviles y aislados que hacen clic en pantallas, abrazan el control, sometidos continuamente a la vigilancia y la guía de algoritmos opacos. La pandemia podría estar acelerando este proceso. Las corporaciones tecnológicas se están beneficiando enormemente de nuestro confinamiento en esta prisión global, domiciliaria y digital.
¿O llegó el virus demasiado pronto y los cuerpos se rebelarán en su confinamiento, dándose cuenta de cuánto ya se había perdido y cuánto aún se podía perder, sintiendo la necesidad de una experiencia corpórea más rica, de moverse con otros en el espacio social, de abrazarse, bailar, estar al aire libre?
Quiero sugerir tres propuestas a la luz de la situación actual, para considerar durante el confinamiento pero también más allá, a medida que tocamos fondo en el escenario extraño y dramático de la pandemia, de muerte y calles vacías y el aislamiento a escala planetaria, del nuevo régimen de solidaridad como aislamiento:
- Necesitamos líneas rojas contra los abusos de la vigilancia y el poder, no es aceptable que las libertades fundamentales se sacrifiquen por el bien de la salud, implantando medidas y tecnologías que serán irreversibles, debe haber un equilibrio entre los sistemas de salud y las libertades, para que las vidas que se salven a través de la salud sean vidas vivibles. La salud debe ser una prioridad, sí, pero hay varias formas de lidiar con esto. Al mismo tiempo, mientras exijamos el uso lo más democrático posible de datos como bienes comunes, debemos ser conscientes de la opacidad ontológica intrínseca de los procesos de Big Data y la naturaleza reductiva de los algoritmos, en disonancia con una verdadera libertad y pluralidad, que solo puede hallarse en el cuerpo. Los llamados medios sociales virales, los medios de comunicación y, en general, los medios algorítmicos, son en sí mismos otro tipo de pandemia global ante la que no tenemos la más mínima protección, vacuna o inmunidad, tenemos que exigir esta inmunidad y activarla mientras tanto nosotr*s mism*s desde el cuerpo en/como movimiento (ver el tercer punto).
- Necesitamos poner urgentemente sobre la mesa de grandes asuntos globales la forma en que la disrupción humana de los ecosistemas subyace al brote de pandemias. Esto también se relaciona con otros problemas importantes y epocales como el cambio climático, y exige ahora más que nunca un cambio profundo de paradigma hacia formas de vida menos violentas, disruptivas, más cooperativas y sostenibles. La salud primero, sí, pero la SALUD DEL PLANETA!… Aunque es poco probable que los poderes fácticos vaya a tomar esto en consideración ya que los intereses en aumentar el control social son enormes, y la revolución tendrá que venir de otra parte. Y para ello lo que se necesita es un cambio radical en la sensibilidad, (que nos lleva también al punto tercero y más importante).
- Necesitamos urgentemente DESALINEARNOS de la tendencia a reducir nuestra experiencia a la dataficación y el espectro estrecho de las interfaces digitales, y reinventar el cuerpo en tiempos de confinamiento, desplegando su capacidad infinita para moverse de nuevas maneras, desplegando su inagotable capacidad de variación, a través del sentido de movimiento interno, la propiocepción, movilizando nuestro enjambre de 360 articulaciones. De este modo, podemos desencadenar una libertad radical de movimiento interno que puede permitirnos reconectarnos y reinventarnos, a nosotros mismos y con el mundo en tiempos de distanciamiento social, al tiempo que recuperamos un movimiento y una plasticidad sensorial que se había perdido durante milenios de alineamientos tecnológicos cada vez más reductores, especialmente desde la perspectiva Renacentista, cuando los cuerpos comenzaron a alinearse con puntos de visión fijos, cada vez más inmóviles y atomizados, atrofiados.
Como nos movemos es cómo pensamos, sentimos, percibimos, nos relacionamos y creamos nuestros mundos. Cuanto más estrechos sean nuestros movimientos, más estrechos serán nuestros mundos. Nuestro mundo insostenible de categorizaciones y reducción algorítmica es fruto de un emprobrecimiento milenario de la sensibilidad que está bloqueando el movimiento de la evolución como variación. Recuperemos la plasticidad auto-organizada de la Inteligencia Corporal (IC), heredada de 4 mil millones de años de ancestros bacterianos y virales, llevémosla más allá, y hagamos de este virus un aliado para una nueva mutación planetaria, una r/evolución del movimiento.
Para ello propongo tres conceptos clave, que son también una pragmática, política y economía del cuerpo-movimiento: DESALINEAMIENTOS (y Ontohackeo), METACUERPOS (y Algoriceno) y la IC (INTELIGENCIA CORPORAL y el Enjambre Propioceptivo).
¡DESALINEAR! … es el verbo de nuestros tiempos: los desalineamientos no son solo respecto a los alineamientos estrechos y dominantes como aquellos que tenemos con interfaces digitales y puntos de visión fijos, sino que son también la variación continua, el poder de variación en el movimiento: solo siempre la variación más sutil de cualquier patrón o alineamiento anterior, esto permite desplegar el infinito poder del movimiento, nuestra plasticidad. Tiempo para L*S DESALINEAD*S como movimiento social y planetario de mutación que contrarreste las tendencias globales predominantes de alinearse con el control. UN MOVIMIENTO POR LA SALUD PLANETARIA. Desalineamientos es a la vez un concepto, y una técnica que desarrollo e imparto en talleres por todo el mundo desde al menos 2014 y que ahora os invito a hacer vuestra y diseminar, paradógicamente a través de los propios medios digitales virales de los que se plantea desalinearse. Pero el desalineamiento no solo es “dejar de usar“, es mucho más, es una infinita y sutil herramienta para reinventar, enriquecer y variar nuestra relación con todo: cualquier tecnología, espacio, objecto, cuerpo o sistema normativo o cualquier tendencia a la reducción. También lo llamo ONTOHACKEAR, un nuevo modo de activismo ontológico, de Cartesihólic*s Anónim*s, (o una asamblea de Zorras Mutantes 3.0 y un coro Dionisíaco). No se trata de salir de una línea para entrar en otra, ni se reduce a estar moviéndose “entre líneas”, sino que es una potencia generadora que se opone a toda tendencia reductora, deshace las líneas estrechas y reintroduce en el movimiento el enjambre propioceptivo, el campo cuántico de movimiento que somos. El desalineamiento está vinculado al clinamen, un concepto griego antiguo, una fuerza diferencial en la materia, también la fuerza de la mutación: ¡nuestra contra-mutación viral! Una fuerza amorfogenética y microsexual de apertura y variación, heredada de 4 mil millones de años de sexo bacteriano y mutaciones virales, se alberga en lo más profundo de nuestros tejidos.
Lo que surge con ese movimiento de variación son campos de relaciones consistentes pero abiertos: METACUERPOS. Todo cuerpo es ya un metacuerpo, un campo de relaciones de movimiento que adquiere consistencia abierta en medio de miríadas de otros campos, siempre recomponiéndose, siempre en movimiento de variación, en el equilibrio en consistencia y apertura: ni sujeto ni objeto, ni individuo autónomo ni colectivo de individuos: todas las dicotomías se revelan falsas: lo que se crean son campos de relaciones consistentes pero abiertas, más o menos, ahí esta la política, en identificar los alineamientos reductivos que bloquean el movimiento de variación de la evolución creativa. Metacuerpo es un concepto que nos sitúa siempre en medio de multitud de movimientos-fuerzas en continua reconfiguración, es una invitación a pensar la multitud de campos de movimientos y relaciones en las que emergemos y en las que se teje la consistencia abierta que somos. Al proceso lo llamo Intraducción (híbrido de intra-acción y transducción), como la creación de ritmos y resonancias internas ricas, singularidades, pero abiertas en su recomposición con otras, propagándose sin imponerse y resistiendo toda imposición. Afectos, memorias y técnicas emergen en el proceso, para ecologías sostenidas de lo abierto. Esto es parte de mi propuesta para una FILOSOFÍA RADICAL DEL MOVIMIENTO en la que la fluctuación, como variación indeterminada, es la única fuente y sustrato del universo, que se des/pliega o intraduce en campos de movimiento, en variación creciente, de una evolución y caosmología enjambrante. Dentro de ella, la Era de los Algoritmos, o Algoriceno, es una era de alineamientos, de reducciones dominantes, un pliegue involutivo que debe superarse con una nueva plasticidades del movimiento aun por venir.
Lo esencial en el proceso es desarrollar una percepción (sensibilidad) radicalmente nueva (y que es también las más antigua, pero reinventada) : el núcleo activo de mi propuesta es el Enjambre Proprioceptivo y su Inteligencia Corporal (IC), que opongo a la inteligencia reductiva y contra-evolutiva de la Inteligencia Artificial y su distopia de control. El enjambre propiocpetivo es mi radical contrapropuesta al paradigma onto-epistemo-ético-tecnológico dominante heredado del punto fijo de la Perspectiva Renacentista. El enjambre proprioceptivo es mi redefinición de la propiocepción como matriz auto-organizada e infinitamente plástica de los cuerpos (orgánicos e inorgánicos, incluso técnicos), donde el propio cuerpo se siente a través de cambios internos en su campo de distribución de fuerzas, en el mismo movimiento en el que se siente el mundo y ambos se recomponen en el proceso, un campo infinito de movimientos que desmonta la tradición mecanicista: el movimiento no es una trayectoria, es un campo, un enjambre! Una percepción radicalmente amorfa pero consistente, rica a infinitamente diversa y plural. Nuestro enjambre propioceptivo (de 360 articulaciones, tejidos, células, moléculas que se pliegan, y fluctuación cuántica, siempre expandido en un entorno que él mismo crea) ha sido atrofiado por milenios de alineamientos reductores, pero ahora lo podemos recobrar, reinventar, llevar mas allá en un nuevo salto evolutivo radical que supere todos los pliegues nefastos de la dominación en la Tierra, los pliegues de reducción algorítmica en esta era milenaria que llamo Algoriceno, hacia un Amorfoceno. Cómo?: a través del desalineamiento, como técnica sostenida de variación en el movimiento que desborda al sujeto Cartesiano, dominante y reductor, con una nueva capacidad emergente y auto-organizada de co-sentir y componerse con el mundo! La dominación es un pliegue involutivo y nihilista, una enfermedad en la piel de la tierra. Recobremos el movimiento creativo de la fluctuación, su des/pliegue consistente pero abierto en la evolución y su VOLUNTAD DE VARIACIÓN.
EL FUTURO ES ORGIÁSTICO.
The new economy of social distance: people queueing for the supermarket in Madrid during the COVID-19 quarantine.
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Reflexiones / Transducciones en proceso
En lugar de reflexionar, este “artículo” es un texto en progreso que transduce o intraduce: despliega gradualmente su propio campo para pensar un proceso radicalmente nuevo del cual forma parte, y lo hace gradualmente, a medida que el proceso mismo se desarrolla, moviéndose con eso. Dada la situación, el texto sigue evolucionando casi a diario , por lo que pueden consultarlo de vez en cuando si lo desea. >>>TEXTO COMPLETO EN INGLÉS
También se le invita a la retroalimentación o enviar sus propias contribuciones para su publicación en el blog para una serie de Intercambios Críticos (post-Trans-Metahumanistas ++) sobre la COVID-19. Si está interesad*, escriba a metabody@metabody.eu .
El texto forma parte de las actividades del Metabody Forum 2020 , así como de la Conferencia Beyond Humanism y del proyecto The Posthuman in Translation, Transduction and Intra-action .
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talleres – online
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Regaining movement in times of the pandemic
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The proprioceptive swarm and radical movement freedom
- (more soon)
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charlas – online
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The virus, our ally – (eng)
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El Virus, nuestro aliado – (esp)
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(pronto más)
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Compruebe también el canal de vídeo – Posthumans go viral
Ver también: http://www.posthumans.org/blog
¡Pronto más!
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El virus de la COVID-19 también puede convertirse en nuestro aliado, para una mutación planetaria … ¿Cómo?
Hoy por hoy el Virus está considerado, por un lado, como el enemigo de la humanidad, y también parece ser un aliado de todos aquellos que desean intensificar el control social. Estos tienden a ser los mismos que alteran los ecosistemas, desencadenando pandemias. ¿Cómo revertir la situación? ¿Cómo salvar a los humanos y al planeta de la actividad disruptiva sistémica de los propios humanos, el capitalismo y los sistemas tecnológicos, del control social y la devastación planetaria? ¿Cómo puede ayudar el virus en semejante situación?
En tiempos de cuarentena, mientras se intenta combatir la pandemia, mientras la muerte acecha, cuando solo se puede ser solidari* desde el aislamiento, donde tanta gente muere en soledad, mientras la mayoria pasa los días conectados al panóptico de Internet y su red de vigilancia global, produciendo y consumiendo sin parar, es (sobre todo quien este sol*) un momento para reconectar con el cuerpo, desalinearse, un poco al menos, de los dispositivos que reducen nuestra actividad a hacer click en pantallas, y reinventarse más allá, onto-hackearse, reinventar y hackear lo que creemos que somos y nuestra realidad. Convirtamos las cuarentenas en un laboratorio de ontohacking planetario y corporal. A continuación explico por qué esto puede ser de crucial importancia, y sugiero algunas formas poco habituales para hacerlo, al alcance de tod*s. Este texto y los videos que lo acompañan son parte de esa economía digital viral que voy a cuestionar, pero invitan a salir de ella, como parte importante de una estrategia plural más amplia.
La pandemia llega en un momento de transición radical de un sistema capitalista y centrado en el estado, a un paradigma de gobierno algorítmico, en el que todos los modos de poder (soberano y dogmático, normativo y disciplinario, y control digital invisible) se recombinan y mutan. El resultado más previsible es el fortalecimiento de todas ellas, sometiendo a todas las poblaciones a una vigilancia y distanciamiento social sin precedentes , una nueva economía global de movimiento.. Facebook y las redes sociales, toda la economía digital ya estaba avanzando en esto, y anulando cada resistencia, en un ciclo de reducción creciente, atrofia, adicción y parálisis de la sensibilidad. El régimen chino ya encarnaba una mezcla de totalitarismo, capitalismo y vigilancia digital, mientras que “Occidente” estaba aceptando o incluso promoviendo un modelo hiperfascista de socialidad en Facebook. El virus llega en este proceso, probablemente acelerándolo , permitiéndole cruzar un umbral radical .
¿Pero tal vez el virus llegó demasiado pronto en el proceso? ¿ Van a reaccionar los cuerpos cuando sientan lo que estaba en juego y lo que está por venir, sintiendo la necesidad de movimiento, de relaciones y espacios encarnados, reaccionarán ante la nueva prisión planetaria de confinamiento digital, una prisión domiciliaria y corporal donde cada cuerpo móvil es un nodo del panóptico de Internet. Pero la prisión móvil de la vigilancia digital solo existe mientras alineamos nuestros movimientos con sus orientaciones reduccionistas: el problema es el movimiento, siempre lo fue, y ahora más que nunca, todo se trata de alineamientos del movimiento. La prisión ya estaba allí, la prisión de Facebook, la prisión de teléfonos inteligentes , ¡donde los cuerpos se convierten en máquinas de hacer click !
¿Pueden los restos de nuestros estados democráticos ser una ayuda provisional para evitar abusos en la vigilancia y el confinamiento? Pero la cuestión no es volver al estado y al sujeto racional. La respuesta es el cuerpo en movimiento: ¡ coros, no parlamentos !
¿Puede la cuarentena ser un medio para volver al cuerpo, sentirlo y comprender cuánta riqueza ya habíamos perdido y cuánto más podríamos perder ?
El virus de la pandemia COVID-19 puede convertirse en nuestro aliado si desata un cambio en la sensibilidad, una resistencia al control y el desarrollo de otras posibilidades, al revelar lo que ya estaba allí y lo que está por venir . La respuesta no está en el control digital ni en la pura resistencia racionalista, sino en el cuerpo. Hagamos que la cuarentena actúe sobre los cuerpos, se sienta, despierte el deseo de salir de la prisión del control digital. Hagamos que active un retorno del cuerpo , en su irreductibilidad, la plasticidad de nuestras variaciones en los movimientos cotidianos, las relaciones y percepciones, el sustrato plástico creativo para cualquier socialidad y cualquier “yo”.
Cuidarnos a nosotros mismos y a los demás en la pandemia, mientras luchamos con los abusos presentes y futuros contra nuestras libertades y las de los demás y el planeta, incluido el uso más abierto y democrático posible de los datos, o luchar por cambios sistémicos positivos, puede ser parte de una política plusalista en la cuales es sin embargo fundamental movilizar a una nueva sensibilidad.
Libertad de movimiento radical y la plasticidad perdida de la evolución.
¿Cómo hacer esto si estamos encerrados? Quiero traerles la idea de una Libertad de Movimiento Radical que habita dormida en los más hondo de los cuerpos, descuidada, inexplorada, vinculada al más importante e ignorado de nuestros sentidos: la propiocepción , la sensación de movimiento interno del cuerpo, donde el cuerpo se siente en movimiento, el cuerpo mismo es un campo interminable de fluctuaciones, auto-organizándose más allá de la conciencia racional, con su propia IC (inteligencia corporal) capaz de evoluciones infinitas. Es el sentido en el que todas las demás sensaciones se integran en nuestra capacidad para movernos, y donde el conocimiento del mundo y de nosotros mismos es una misma cosa.
Como nos movemos es cómo pensamos, sentimos, conocemos , percibimos, nos relacionamos y creamos colectivamente nuestros mundos. Como nos movemos cambia las expresiones epigenéticas de nuestro ADN, nuestro metabolismo, nuestras emociones, nuestros potenciales cognitivos y nuestros ecosistemas. Cuanto más rígidos sean nuestros movimientos, más rífdas serán nuestras realidades. Cuanto más ricos y plásticos sean nuestros movimientos, más ricos y plásticos serán nuestros mundos.
La combinación de nuestras 360 articulaciones es infinita. En lo profundo de nuestros tejidos y capacidades de movimiento se encuentra un poder de variación infinita del movimiento . Sin embargo, esto requiere prácticas para su desarrollo. Pero a lo largo de milenios, una cultura de inmovilidad y atrofia se ha hecho dominante en el planeta: una cultura de puntos fijos de visión derivados de la perspectiva Renacentista, de movimientos segmentados, que ahora evolucionan como algoritmos autónomos. El problema subyacente a la dominación fue siempre la reducción del movimiento.
Lo que propongo a través de las prácticas de improvisación es cultivar en nuestro movimiento de forma continua la desviación o variación mínima (clinamen) dentro de nuestro campo propioceptivo, y en relación con todo, con cada espacio, norma, cuerpo, contexto o tecnología, recuperando una plasticidad perdida y llevándola más allá , saltando más allá del pliegue reductor de los sistemas de dominación. La dominación es un fracaso evolutivo, nuestro desafío evolutivo es ir más allá, pero para esto necesitamos nuevos tipos de plasticidad sin precedentes en el movimiento.
Esto también se puede hacer durante la cuarentena , en nuestras cárceles hiperconectadas , desalineando un poco los alineamientos habituales y dejando que el poder del movimiento emerja como un poderoso enjambre. En su continua desviación mínima reside nuestra esperanza de una r/evolución. Dejemos que el virus desate una mutación planetaria de diversificación, un retorno del cuerpo irreducible, de la evolución como variación.
Por supuesto, el virus también podría desencadenar una mutación radical en la dirección opuesta, no de sostenibilidad y diversidad, sino de control absoluto, esto es lo que parece más probable. ¿La gente lo siente, lo percibe en los cuerpos confinados? Si lo hacen, hay algo de esperanza . Mutación, o agujero negro de control o algo inesperado, no lo sabemos.
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