Food for Profit

Reseña de Jaym* del Val

Está en cines en España desde el 7 de Junio 2024 el nuevo documental largometraje sobre el holocausto ganadero y el lobby europeo que lo apoya: Food for Profit (Alimentos para Beneficio Económico), de la conocida periodista italiana Giulia Innocenzi, que pasó de entrevistar a celebridades en televisión a denunciar el holocausto de la ganadería desde el momento en que tuvo conocimiento del mismo, autora también del libro Tritacarne: Perché ciò che mangiamo può salvare la nostra vita. E il nostro mondo.  (Picadora de Carne: por qué lo que comemos puede salvar nuestra vida. Y nuestro mundo).

Es la primera vez que un documental de denuncia de la explotación animal está en cines comerciales, todo un hito a celebrar, en cines de toda Europa de hecho, y en Italia ha estado semanas entre las películas más vistas, para sonrojo del gobierno ultra de Meloni.

Es novedoso también por el foco en desvelar con cámaras ocultas cómo funciona lo que una entrevistada llama la “Lobbycracia” europea, la falacia de la “Europa verde” y la manera tan extrema en que se apuesta por un empeoramiento radical y distópico de lo que ya existe. Véase como ejemplo que algunos lobbistas y diputados niegan que en Europa exista la ganadería intensiva!… eso solo sería lo que tiene China… Y cómo abogan por aumentar a toda costa la productividad, en competición con China, con cualquier método posible, incluidas las más extravagantes, delirantes y peligrosas técnicas de manipulación genética.

El documental tiene una correcta aproximación holística al problema abordando a partes iguales: el maltrato extremo de los animales y sus condiciones de hacinamiento insalubre radical, las afecciones a la salud humana, las afecciones en cambio climático, biodiversidad y contaminación, la destrucción de comunidades rurales, y la explotación y esclavitud humana extrema que se da en las granjas.

Es novedoso como se hace con un estudio comparado de granjas en cuatro países europeos: Italia, España, Alemania y Polonia, cuatro grandes productores, demostrando el carácter sistémico del problema. En España el documental destaca las condiciones infernales en las granjas de cerdos financiadas con dinero europeo en Murcia.

En todos los casos se mezcla investigación clandestina hecha en las granjas, mostrando la realidad desde dentro, con la investigación a cámara culta en los pasillos de la comisión europea, demostrando los artificios que hacen que sigan fluyendo ingentes cantidades de dinero público para financiar ese holocausto que vulnera multitud de leyes europeas.

Llama la atención las declaraciones de la eurodiputada socialista Cristina Aguilera, cesada de su cargo tras el documental, a favor de la explotación animal salvaje y de la nueva PAC 2023-2027 que fue aprobada en el Parlamento Europeo y que se ha visto como un retroceso desde colectivos ecologistas y animalistas. Así como las del eurodiputado italiano Paolo de Castro que ha tenido similar destino.

Algunas limitaciones del documental son la ausencia de crítica hacia la ganadería extensiva (o por extensión la pesca o acuicultura) que no se menciona directamente pero se deja entrever una visión edulcorada de las granjas no intensivas. En ese sentido es incorrecta la forma en que se presenta la ganadería intensiva como aquella que más emisiones de gases de efecto invernadero o contaminación de ecosistemas produce, cuando es en realidad la extensiva la que más impactos tiene en estos aspectos, por el metano de rumiantes en el caso de los GEI.

Pero en las conclusiones se menciona claramente (quizás no con suficiente énfasis) que la solución, más allá de la eliminación de subsidios a la ganadería, pasa por una transición a dietas sin productos animales.

Un nuevo hito, pues, a sumar a la larga lista de, no suficientemente divulgadas, películas documentales sobre el holocausto animal y sus impactos en todo. Más necesarias que nunca en un momento donde, a pesar de las evidencias abrumadoras desde la ciencia, este tema tabú se sigue silenciando y, como vemos en este documental, todo va hacia las vías peores posibles, a menudo aun peor de cuanto imaginábamos posible. Usemos estos documentales y la literatura científica que los acompaña como herramienta de lucha desde los colectivos contra el negacionismo del problema más descomunal y más silenciado de la historia humana y terrestre.