GEOPOLÍTICAS DE LA ORGÍA

por Jaime del Val

diciembre 2020

Ontología Orgiástica

Siguiendo a la bióloga Lynn Margulis y a Dorion Sagan, la evolución es literalmente una orgía planetaria continua que lleva 4.000 millones de años produciéndose, principalmente una orgía de bacterias y de virus. El sexo bacteriano es el mecanismo de intercambio genético, y por tanto de mutación continua, que subyace la plasticidad radical de las bacterias, donde cada colonia de bacterias es una amalgama orgiástica diversa, cada amalgama un sexo diferente, un modo de componerse: no ya mil pequeños sexos como dirían Deleuze y Guattari, sino mil quintillones de sexos de la biosfera, expresión de la fluctuación cuántica que se despliega en cada universo. Los virus son el mecanismo por excelencia de transferencia genética horizontal entre bacterias, y por lo tanto la principal fuente de biodiversidad, en esa orgía de la evolución donde el sexo es solamente mutación, no reproducción. Cuando una especie dominante desestabiliza los complejos ecosistemas virales y bacterianos que emergen gradualmente en la orgia evolutiva, surgen las pandemias, como la COVID-19 que ahora nos distancia socialmente.

Sin embargo en la anómala (pero-dominante-porque-reductiva) cultura de la monogamia heterosexual reproductiva, la orgia, que nunca desaparece, debe esconderse. Curiosamente en la orgia “destapada” en Bruselas el pasado viernes 27 de noviembre de 2020 la única ilegalidad evidente que dio lugar a la redada era romper las normas de distancia social provisionalmente impuestas por la pandemia. Pero en la lucha geopolítica de los gobiernos ultras de Hungría y Polonia en el seno de la UE, y en el sensacionalismo mediático alimentado en los medios, se manifiesta la moral conservadora y monógama histórica y milenaria, pero cambiante, que hace de las orgías en general objeto de escándalo. Reproduce el viejo esquema manifestado por Foucault de la incitación a los discursos, pero con algunas diferencias.

Detengámonos primero sin embargo en analizar la complejidad de aspectos de la noticia de esta orgía particular que le ha dado una trascendencia mediática y política sin precedentes. Los medios se han hecho la boca agua usando la palabra orgía. Pero en la noticia se entrecruzan múltiples capas que le dan insólita complejidad. Nunca en la historia reciente tuvo una orgía (gay o de cualquier tipo) tal repercusión e implicaciones, aun por ver. La palabra ha proliferado con una potencial viral (en el sentido mediático) nunca vista. Desbrocémoslos y veamos sus paradojas y trasfondos múltiples:

  1. Por un lado está el morbo sensacionalisa, mediático, el escándalo puro y duro de destapar una orgia, una orgia gay, una orgia gay con drogas y sexo solo de riesgo, una orgia que atañe a un político, a un político ultraconservador, y precisamente de un pais homófobo, un pais homófobo en la UE y en plena tensión por su homofobia dentro de la UE; y todo ello en medio de las restricciones de distancia social de la pandemia!… Alguien da más? En términos de escándalo y orgías es difícil imaginar una convergencia de más elementos.
  2. Para parte de la población habrá sido una sorpresa saber que se hacen orgías, no solo de forma puntual sino corriente, organizadas por cualquier a través de apps, no solo en casas de millonarios, las apps de citas ponen las orgias al alcance de cualquiera;
  3. y más en particular orgias gays, con drogas y sexo de riesgo: el chemsex sale del armario (luego examinaremos mas a fondo el complejo fenómeno del chemsex)
  4. y que esto se produce en el corazón de la UE y donde participan regularmente políticos de alto nivel.
  5. Todo ello ha adquirido una dimensión dimensión geopolítica al afectar al hombre fuerte del régimen ultra de Hungria en su relación con la UE, uno de los arquitectos de su constitución homófoba, precisamente un político que ha contribuido a articular esa homofobia institucional, casado, por si no tuviéramos ya suficiente, con una poderosa juez ultraconservadora. Un político relevante y clave en la articulación del frente homófobo de la Europa ultra.
  6. Y esto ocurre precisamente en el momento en que existe una tensión sin precedentes a nivel europeo porque Hungría y Polonia vetan los presupuestos, incluidas las ayudas billonarias a la pandemia, precisamente porque la UE quiere poner un freno a sus políticas homófobas y ultraconservadoras;
  7. momento en que a través de la orgía se pone en evidencia de forma flagrante su régimen y la doble moral, la hipocresía total de los legisladores homófobos. La pregunta que se hace el régimen ultra es ¿Cuantos József Szájer tenemos dentro y cuantos lo saben? Lo que nos recuerda por ejemplo a las prácticas homosexuales extendidas entre los oficiales nazis.
  8. El desprestigio múltiple que el suceso supone para el régimen Húngaro no deja de tener un trasfondo homófobo en sí mismo: sería sin duda menor el escándalo si hubieran pillado al político en una orgia heterosexual.
  9. ¿Hará tambalearse esta orgía al régimen, lo debilitará o lo fortalecerá? ¿Qué represiones y purgas podrían venir en Hungría y en Polonia? ¿Debilita esta la posición de Hungria en la UE? Que dimensión geopolítica real tiene este suceso, teniendo en cuenta la situación no solo dentro de la UE sino de esta en relación con otras potencias conservadoras? Esta sería una primera dimensión geopolítica de esta orgía particular.
  10. Parte del morbo mediático es sin duda la inverosímil y fulminante caída del personaje, József Szájer, digna del más ingenioso guión, con la suma de elementos aparentemente insuperable: vulneración de normativas de la pandemia, orgia gay con drogas y sin preservativo, y huyendo semidesnudo por una tubería en el frío, con manos sangrantes. La soledad del personaje es total, al ser atacado también en su hipocresía por los movimientos LGTTTBIQ+. ¿Deberiamos crucificarlo aun más o convertirlo el primer mártir moderno de la moral antiorgíastica, en un Santo Patrón de las orgías por venir? Ya se ha colocado una placa en la tubería por la que quiso escapar, dándole trascendencia histórica al suceso. La visitarán seguramente en breve los guías turísticos.
  11. Pero una de las peculiaridades exquisitas de la noticia es que la única verdadera vulneración legal o moral ha sido relativa a las medidas de distanciamiento de la COVID. Aunque sabemos que el castigo que le espera en Hungría es por todo lo demás.
  12. Que el organizador de la fiesta David Manzheley, esté dando la cara, defendiendo la legalidad y libertad de hacer estas fiestas, es igualmente insólito, un contrafuerte de las libertades europeas que ningún político se ha atrevido a afirmar frente al conservadurismo ultra. Ha manifestado su intención de denunciar a la policía por la manera en que irrumpieron con actitudes homófobas, y afirma que estas fiestas son oasis de libertad para políticos de países represores. He aquí otro segundo aspecto geopolitico más general de la orgía. Es valiente y arriesgado que Manzheley de la cara, y al parecer ya ha recibido amenazas. David Manzheley es quizá quien debería ser nuestro Santo Patrón de la orgía universal. Si tenía en la organizacion de estas fiestas alguna clase de negocio esta publicidad no puede serle positiva, está en el ojo del huracán, o de varios huracanes.
  13. Se podría incluso apuntar a conspiraciones. No está claro quién lo denuncio: ¿vecinos? ¿Organizadores rivales de orgias como afirma el proprio Manzheley, destapando con ello para asombro público la existencia de ese mundo, y de ese negocio? ¿O hay un complot (geo)político detrás?
  14. Este insólito foco de atención pública en la orgia, ¿qué repercusiones podria tener de cara a una ola de represión de orgias en Europa y en el mundo? Ya salen nuevas noticias de fiestas intervenidas por la Policía Belga, exactamente una semana después de la primera. Actualmente las restricciones de la pandemia son una excusa perfecta para intervenirlas. Puede que esta situación no solo afecte a las orgias de Manzheley, o las de Bruselas, sino mucho más allá. También podrían motivar que mucha gente que las desconocía se interese por ellas… ¿Va a incitar un multiplicación de intervenciones policiales encubiertas en aplicaciones gays? ¿O que las mujeres, hijos, padres, jefes o vecinos controlen a potenciales participantes en orgías? Cualquiera puede hacerse un perfil falso.
  15. Y finalmente está el complejo fenomeno del chemsex, del cual la opinión pública apenas ha sabido la existencia. El chemsex es una tendencia global ligada al uso de aplicaciones de ligue para gays por el que, en los casos mas típicos, grupos de hombres quedan en un domicilio para tener sexo en grupo, a menudo durante un fin de semana entero, tomando drogas muy especificas y adictivas que aumentan y prolongan la excitación y quitan el hambre y el sueño, y asociado estrictamente a sexo sin preservativo y a prácticas extremas, en especial las centradas en el intercambio de fluidos, las denominadas “preñadas”.

El chemsex como paradigma de orgía en la sociedad del control digital

Detengámonos en analizar el complejo fenómeno del chemsex.

Quiero aclarar que soy un ardiente defensor del sexo público y orgiástico. Y sin embargo el fenómeno del chemsex, que podría parecer defendible como una exuberante mutación actual de la orgia, es un fenómeno complejo, paradógico y problemático, que condensa en grado extremo una serie de características de la cultura sexual actual y de la sociedad digital, y que quisiera desgranar. No lo he practicado en primera persona pero lo he conocido (y sufrido) en segunda o tercera, viendo los efectos devastadoras que la adicción a las drogas tenia en personas muy allegadas, efectos que aparte de los habituales en drogas muy adictivas, incluyen la incapacidad de tener sexo sin esas drogas y sin lo que las rodea. Implica también la presunción de que el sexo sin preservativo es cool porque hoy, en algunos países, tenemos farmacéuticas y sistemas de salud que pagan la medicación que te mantiene vivo ante infecciones del VIH y otras ITS.

Pero paradógicamente el fenómeno, lejos de permitir visibilizar el VIH, reintroduce una nueva forma de invisibilidad, tras el eufemismo de la PREP, la medicación preventiva que puede tomarse para tener relaciones sin preservativo. Hoy es común poner en los perfiles de aplicaciones de ligue que se toma PREP para evitar decir que se es seropositivo indetectable al proponer relaciones “de riesgo”. La PREP es parte de la cultura preventiva (o preemptiva) en la sociedad de control actual.

Y todo ello usando aplicaciones que trafican con los datos de quienes la usan en una sociedad de control digital. Aplicaciones que son parte, como todos los medios virales, de una cultura de lo que llamo el Pancoreográfico , el contagio homogéneo de gestos y comportamientos, del que también es parte la industria del porno que forma parte del chemsex, diseminando poses y acciones que luego se reproducen en serie.

No se trata de ser purista: todas estamos en el fango. Pero tampoco quiero idealizar de manera fácil un fenómeno tan complejo como este.

El chemsex forma una insólita comunidad planetaria, un metacuerpo de sexo y afectos, silencios y tabúes, drogas adictivas, virus de ITS, medios virales, porno, aplicaciones que trafican con datos y perfilados de poblaciones, medicaciones para infecciones crónicas y al alcance de casi cualquiera que pase por hombre y tenga un smartphone. Una especie de mutación químico-cibernética de la orgía en la era del control.

Ante la estigmatización generalizada de la orgía parece que hoy solo se puede manifestar de maneras como esta. Lo que hace falta es sacar la orgia a la calle pero en un sentido más profundo, como la manera experimental de componerse los cuerpos.

El Futuro es Orgiástico

Distingamos de entrada dos modos de viralidad: la mal llamada viralidad medial que disemina gestos homogéneos en medios algorítmicos, y la de los virus moleculares como matriz de mutación en la evolución.

Desde un punto de vista evolutivo prima sin duda la orgía, este es su tercer sentido geopolítico más profundo, evolutivo y cósmico.

El intento de presentar como superior la monogamia heterosexual es parte de la evolución de lo que denomino Algoriceno o era de los algoritmos, una era en la que se ha hecho dominante en la Tierra la tendencia extrema a la reducción, al alineamiento. Multitud de geometrías han emergido paulatinamente reduciendo más y más la indeterminación en el movimiento y la plasticidad sensori-motora de los cuerpos. Un primer punto álgido llega con la perspectiva lineal y el mecanicismo. Con la termodinámica se revelan los límites del mecanicismo y de la regulación de sistemas cerrados. La familia nuclear es parte de este intento de gobierno de la energía en la era industrial. Este modelo explota literalmente en la Segunda Guerra Mundial, momento en el que surge la cibernética, como un doble pliegue mucho más dinámico de estas reducciones, un modelo de continua modulación, predicción y anticipación que permite capturar y capitalizar mutaciones y flujos de deseo antes inútiles. No solo modulación:  con el Big Data la producción continua de lo nuevo deviene modo operativo de la dominación. El control se proyecta en el infinito espectro de la variación potencial de los cuerpos: siempre y cuando se pueda reducir el movimiento a cuantificación, orientándolo.

Las orgias siempre han estado ahí. Propongo que son el modo por excelencia de componerse los cuerpos en ensamblajes o campos siempre diversos, metacuerpos.

La orgía nunca ha dejado de estar presente marginalmente, es la expresión, no solo primigenia, sino también más rica y compleja del sexo como movimiento cósmico de variación. El problema es más bien la constitución de la idea del sexo como reproducción de un ente definido, atomizado, aislado e inmunizado que se sitúa contra la orgia evolutiva, y desata pandemias que lo aislan aun más, en una espiral exponencial de reducción. El efecto de este ente y las matrices algorítmicas milenarias en las que surge puede verse en el cambio climático, la insostenible explotación planetaria de humanos, otras especies y recursos, y en lo que la propia Naciones Unidas llama la Era de Pandemias como efecto de la disrupción de ecosistemas.

Orgias como esta de Bruselas parecerían por un lado ser la más extrema vulneración de todo concepto de distancia social que pueda darse en las que ya no solo entra en juego la COVID sino multitud de ITS y ETS. Y sin embargo paradógicamente son una expresión más de la orgia evolutiva primigenia en el seno de la cual la gran aberración es la atomización de los cuerpos y la monogamia reproductiva.

Este retorno de la orgia primigenia, en su moderna, compleja y problemática mutación en la era del chemsex ha desestabilizado la política internacional en plena pandemia, como si no solo el virus de la Covid sino la ontología orgiástica de la evolución, retornase implacablemente con su movimiento, su exceso.

La orgía reinstaura una economía del exceso, la generosidad, la indeterminación y la variación frente a la economía de la reserva, la retribución, la medición y la repetición.

En lugar de continuar la aceleración exponencial de un modelo algorítmico de segmentación, control, dominación, atomización e inmunización, tenemos que abrazar de nuevo la orgia evolutiva.

La lucha contra el cambio climático, la explotación y las pandemias por venir solo puede ser a través de un nueva orgia planetaria, jamás vista en la tierra, porque tenemos el desafío de superar el pliegue involutivo de la era de algoritmos, que es el opuesto radical de la orgia y de la evolución.

Aunque cabria preguntarse si la supuesta singularidad tecnológica de Inteligencia Aritificial no será un orgía cyborg. Donna Haraway decia hace más de 30 años en el célebre Manifiesto Cyborg, que la guerra moderna es una orgía cyborg. Pero acaso aun no hemos entendido las implicaciones de esta afirmación. ¿Puede haber una orgía algorítmica? ¿Como sería? ¿La estamos viviendo ya en nuestra intimidad cotidiana con algoritmos autónomos como los que hay tras cada app de cada smartphone inlcuidas las apps de ligue? ¿Es la verdadera orgía planetaria de la actualidad una orgía algorítmica, cibernética y cyborgiana, de la que somos meros apendices y agregados? ¿O son los  algoritmos esencialmente anti-orgiásticos (y contraevolutivos) en su tendencia a la reducción?

La orgia nos acecha desde las más abisales profundidades de nuestra composición molecular, de ella venimos y a ella todo retorna.

La orgia es el plano de inmanencia cósmico, el movimiento de variación y composición. Es la diferancia de Derrida pero sin retener nada, fluctuando siempre en nuevas variaciones de una memoria plástica y una economia de la superabundancia. La danza de Zarathustra.

En vez de aislarnos e inmunizarnos tenemos que recobrar el movimiento orgiástico de la evolución.

¿Como? La orgia que propongo no es la del chemsex, ni la de la guerra cyborg, sino otra orgia por venir, la que llamo microsexual: relativa a desatar la capacidad de variación y plasticidad sensorimotoras en los cuerpos y su composiciones, y la manera en que esto afecta bioquimicamente a todos los estratos de un cuerpo y sus entornos, sus campos de relaciones.

La orgía es microsexual y metasexual: no sabe de categorías porque moviliza un modo de sensorialidad que nada tiene que ver con la perspectiva lineal que nos separa y segmenta. Es el sexo como matriz de indeterminación y mutación que afecta todos los niveles de composición de un cuerpo o metacuerpo, o sea de todo, de los campos fluctuantes de movimiento que somos.

La tenemos en nuestra herencia molecular, nuestra capacidad de movimiento, nuestra propriocepción. Se trata –resumiendo un tema complejo que desarrollo en otros lugares– de desatar la capacidad de variación sensorimotora del cuerpo, potenciando la plasticidad del sentido de propiocepción, por el cual sentimos el mundo en el mismo acto de sentirnos a nosotros mismos como cuerpo, en transformación y en movimiento. En el proceso desalineamos siglos o milenios  de reducción de la experiencia a puntos fijos de visión. Ahí está el punto de partida que propongo para una r/evolución del movimiento que supere la era de la atrofia propioceptiva donde domina la perspectiva Renacentista, visible aun en cada pantalla de smartphone.

Frente a la falsa orgia de los medios virales de contagio homogéneo propongo recobrar la potencia de mutación de los virus y bacterias que yace en lo más hondo de nuestra capacidad descentralizada de movimiento y percepción. Devenir realmente viral es abrazar esa potencia orgiástica que recupere el movimiento creativo de la evolución, es dejar de prolongar una tradición esclavista que ha privilegiado la inmovilidad y el desprecio del cuerpo. Una antigua y nueva sensibilidad orgiástica yace en lo mas hondo de nuestros tejidos, una capacidad plástica de infinita variación en los movimientos y composiciones, en los metacuerpos que componemos con el mundo.

Esta orgia es una de mutación epigenética: de nuestras percepciones, comportamientos, prolifera en maneras informes e indeterminadas, abiertas, irreductibles, pero rítmicas, de componer los campos cuánticos de movimiento que somos, en un devenir eterno, donde la más alta aspiración de cualquier universo posible es generar las más variadas expresiones de la fluctuación.

El futuro solo puede ser orgiástico.